Hacía ya dos años que no nos hacíamos la foto ante el rótulo de madera que nos anuncia la llegada a Masía Pelarda, después de un año de ausencia decidimos volver de nuevo a La Puebla de Valverde para celebrar nuestra III KDD Raid Promises, llegamos justo a la hora de comer puntualmente para encontrarnos con otros participantes que llegaban de otros puntos de la geografía española, algunas caras conocidas y otras de nuevas pero todas reflejaban la gran ilusión del momento ,que aunque para algunos era la primera vez para otros significaba rememorar grandes recuerdos de años anteriores.
Después de comer con un acompañamiento extraordinario de un magnífico vino de La Rioja que trajeron nuestros amigos de Logroño se realizaron las inscripciones y el reparto de obsequios cedidos gentilmente por Terra 4×4. Acto seguido los motores empezaron a ponerse en marcha para enfilar divididos en varios grupos los distintos caminos de la zona reflejados en los rutómetros que nos proporcionaron unas enormes sensaciones, el tiempo nos tenía en la incertidumbre de si la lluvia haría o no acto de presencia, cosa que finalmente no ocurrió aunque si que nuestros vehículos se adentraron por los caminos entre una espesa niebla al caer la noche, cosa que le dio un cierto aire de suspense a la ruta del viernes. Después de la cena exquisita todos nos acostamos bastante pronto para poder madrugar al dia siguiente sin problemas para continuar con las actividades programadas que en éste caso fueron un par de rutas, una de ellas “no apta” para vehículos largos preparada a conciencia por nuestro amigo Ximo y que a juzgar por las opiniones expresadas por los poseedores de dichos vehículos entre los cuales no tengo la suerte de encontrarme, fue un éxito rotundo en cuanto a diversión y compañerismo entre los participantes.
Los vehículos “largos” por nuestra parte fuimos a por una ruta entretenida con alguna zona de cierta dificultad con pinos y agujeros estratégicamente colocados, pero nada que no pudiéramos superar sin apenas despeinarnos, los que me conocen sabrán sin duda porqué lo digo.
La actividad de sábado por la tarde era libre, unos fueron a visitar Rubielos de Mora, algunos de ruta y otros empezaron a entrenarse para el circuito que les aguardaba para el dia siguiente, pero la emoción vino con el Desafío Nocturno que se llevó a cabo después de la cena que acompañamos esta vez con un exquisito cava catalán, consistió en una prueba de navegación nocturna que gano con más de 15 minutos de diferencia sobre el segundo clasificado el experto copiloto navegante Angel Vilaplana, aunque lo mejor de la noche fue el buen ambiente que reinó durante el desarrollo de la prueba, todos nos acostamos teniendo en la mente lo que teníamos preparado para el dia siguiente, sin duda el plato fuerte de la KDD, los circuitos de diferente dificultad que en mayor o menor medida todos los participantes se atrevieron a encarar, unos con mayor fortuna que otros pero que en definitiva todos superaron las zonas hábilmente sin tener ningún desperfecto ni averías en sus preciadas máquinas, por lo tanto pudimos hacer la foto de grupo con todos los coches íntegros y nos dirigimos al comedor donde la tristeza empezaba ya a aflorar al pensar que el fin de semana que habíamos estado esperando durante tantos meses estaba a punto de expirar y efectivamente así fue, los abrazos y despedidas llegaron también puntualmente después del último sorbo de café y cada uno de nosotros enfiló ruta hacia los distintos puntos de la península de dónde proveníamos ,y yo mientras me alejaba viendo el perfil de la Masía por el retrovisor pensé:”El paraíso existe, y está en Teruel” por lo que sin duda ya estamos pensando en cuando podremos volver.
Sólo me queda agradecer la asistencia a todos los que estuvieron allí, tanto participantes como monitores, personal de Masía Pelarda, familia Nadal, etc…y decirles “hasta pronto”.
César Comas